Wednesday, November 10, 2010

Los cínicos no sirven para este oficio, de Ryszard Kapuscinski

Título: Los cínicos no sirven para este oficio
Autor: Ryszard Kapuscinski
Editorial: Anagrama
Páginas: 124


ISBN: 978-84-339-6796-1


’Sobre el buen periodismo’’ es el enunciado que utiliza Kapuscinski para subtitular su obra ‘’Los cínicos no sirven para este oficio’’. Esta frase marca la esencia de la idea que el autor polaco quiere transmitir con su trabajo, la esencia del buen periodismo, del periodismo humano, el autentico periodismo para Kapuscinski.
Los cínicos no sirven para este oficio es la transcripción de tres debates en los que Kapuscinski aborda temas muy diferentes. Con distintos moderadores como Maria Nadotti, Andrea Semplici y John Berger respectivamente, el ganador del premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades del año 2003 trata temas como: los valores del periodismo como algo más que un oficio, un breve repaso a los acontecimientos históricos recientes más importantes del continente africano y una reflexión con John Berger sobre la teoría de la literatura y la imagen, la sociología y el papel de los medios de comunicación.
Aunque el libro se basa en tres congresos de temática totalmente diferente pero con el mismo fin de ensalzar los valores del periodismo, el libro no trata ni mucho menos de un conjunto de meditaciones teóricas, ni doctrinas inflexibles explicando estos valores. Todo lo contrario, en un formato de preguntas y respuestas por parte del respectivo moderador o del público, Kapuscinski  responde con un lenguaje sencillo y entendedor, que hace que el lector se le haga una lectura muy llevadera e interesante. 
En el primer debate, la periodista italiana Maria Nadotti ejerce como moderadora y empieza haciendo referencia a varias citas del autor polaco como ‘’ Es erróneo escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un poco de su vida’’ [pág. 29]. Kapuscinski apuesta por el periodismo de la experiencia afirmando una premisa que él ha llevado a rajatabla: no se puede escribir sobre lo que no se conoce de primera mano. El autor pone ejemplos como que no se puede escribir sobre como son o como opinan los habitantes de los barrios pobres de una ciudad africana sin haber convivido entre ellos y haber formado parte de su vida cotidiana. Sobre este tema destaca una cualidad imprescindible para el periodista en este tipo de situaciones, y es la vocación, el compromiso y la actitud en un mundo totalmente distinto del que procede uno.  A vocación, el autor se refiere al hecho de que el periodismo es una carrera ‘’eterna’’, ya que requiere un aprendizaje continuo de los cambios que emergen en el mundo tanto en el ámbito tecnológico como en el social. A compromiso y actitud, Kapuscinski los resume en un término: empatía. El historiador y periodista polaco insiste a lo largo de su carrera en dar voz a los más desfavorecidos, pero para que el resultado sea optimo tiene que existir un interés real por parte del comunicador para que la respuesta por parte del entrevistado sea positiva. También le da especial importancia al tema de las fuentes de información y la habilidad del propio periodista en crear sus propias fuentes y que no dependa exclusivamente de dosieres de prensa o de los medios de comunicación.
En la segunda entrevista el autor trata uno de los temas que más conoce y apasiona: África. Kapuscinski hace un breve repaso de los acontecimientos históricos más importantes del continente africano en el último siglo y la aparición de las primeras figuras políticas africanas. A partir de las preguntas de la moderadora Andrea Semplici y del público, el autor aborda con rigor y fluidez su propia experiencia con los hechos que sucedieron con la independencia de las colonias africanas después de la Segunda Guerra Mundial. Así, muestra una vez más su predilección y pasión por la difusión de los problemas de las principales zonas tercermundistas. 
Por último la tercera entrevista está dedicada a una conversación entre Kapuscinski y John Berger. Dos intelectuales de lujo compartiendo y contrastando puntos de vista sobre algunos de los temas más complejos de nuestra sociedad como el papel de los medios de comunicación, la interpretación de una obra de arte o imagen periodística y una reflexión sobre el ‘’ver, comprender y contar’’.
Kapuscinski es un informador de los que están en el lugar de los hechos y no en un despacho, ya que uno de los principios que fomenta para el buen periodismo es el hecho de que para informar una verdad se tiene que tener un conocimiento directo, físico, emotivo, olfativo, sin filtros ni escudos protectores sobre aquello de lo que se habla. El autor polaco a lo largo de la obra formula consejos muy útiles para el joven estudiante de periodismo que hace que uno reflexione sobre la profesión que está estudiando. El sacrificio, la entrega, y la exigencia del oficio son los valores que más resalta del periodismo, así como el horario indefinido, pues un periodista tiene que estar alerta las 24 horas del día.
A mi parecer, la conclusión más importante que nos deja Kapuscinski con su obra ‘’Los cínicos no sirven para este oficio’’ es el hecho de que el oficio de periodista no es un simple trabajo sino un estilo de vida. Esto nos dice mucho del autor: su tremenda pasión por ‘’su’’ oficio y la constatación de los valores fundamentales que él mismo ensalza.  El autor polaco nos enseña con un razonamiento exquisito los principios del periodismo humano, el periodismo hecho con el corazón y que aspira a cambiar el mundo a través de la denuncia: el autentico periodismo. Así, esta obra de un maestro como Ryszard Kapuscinski es imprescindible para cualquier persona relacionada con el ámbito de la comunicación, y cualquier hijo de vecino que sienta un irrefrenable interés por entender y conocer en profundidad el mundo en el que vive.


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